Terminaron los actos conmemorativos del
quinto centenario del fallecimiento de Colón con un recital de Montserrat
Caballé. El éxito estaba asegurado antes del comienzo ya que las entradas se
habían agotado a las pocas horas de ponerse a la venta. El reconocimiento a la
soprano es evidente y se puso de manifiesto desde el largo aplauso inicial nada
más aparecer en el escenario del Calderón. No estaba exento de riesgo el
recital. Su pianista habitual había tenido una indisposición y a su sustituto,
el joven Sergio Montero, le esperaba una difícil tarea que fue salvando a duras
penas a lo largo del concierto.
Comenzó la soprano con dos canciones de corte romántico de Leoncavallo, en
ambas la Caballé trató de colocar la voz, entonando con gusto en "
declaration ". De corte más verista era " non voglio, non pensar
" de Cilea y ya totalmente belcantista " La conocchia " de
Donizetti que Caballé remató con un final inédito. El verismo de Massenet quedó
reflejado en "Nuit d´Espagne" con final en el agudo, lejos para la
soprano en estos momentos. Mucho mejor resultaron
los pianos de " Au printemps" de Gounod que la soprano cantó con
gusto recordando sus mejores virtudes.
Aunque el programa incluía una pausa, la soprano con buen
criterio continuó el recital entrando ya de lleno en la canción española. La
sutileza quedó plasmada en la " Saeta" de Turina en la que lució de
manera especial. " Del cabello más sutil " de Obradors fue también de
lo mejor, encontrando más dificultades en la famosa " El vito". Vino
después " Mi tio se figura" de El Rey que rabió de Chapí. Es un
chotís que sonó muy camuflado en el acompañamiento de Montero y sin embargo fue
muy aplaudido por el público. Ya en la parte final del recital llegaron algunas
de las más conocidas canciones españolas . En la famosa romanza " Marinela
" de " La canción del olvido", la soprano tuvo un"
lapsus" que enmendó con una carcajada a compás, llegando al final de modo
milagroso. La anécdota le contagió la risa que de ese modo estuvo presente
también en buena parte de la "Tarántula" de la Tempranica en la que
se necesita controlar la respiración para cantar el trabalenguas del texto sin
desfallecer en la afinación. A pesar de estos problemas el público aplaudió con
cariño a la cantante, demostrando que posee el crédito que se ha ganado con su
brillante trayectoria. Antes de despedirse, la Caballé quiso agradecer al
público los aplausos atacando " Aquel sombrero de monte" de Obradors,
aunque para entonces el pianista andaba ya bastante despistado. Sin embargo la
soprano se lo puso más difícil aún, al intentar una improvisación del todo
imposible, con palabras referentes al homenaje a Colón. El piano ya no pudo
seguirla. No importaba demasiado, el público seguía aplaudiendo poniendo punto
final al recital.
15
15.12.2006
Cádiz
Teatro
Piano: MANUEL BURGUERAS
(Manuel Burgueras fiel aus – als Ersatz: Sergio Montero)
Konzert am 15. Dezember 2006 in Cádiz
Montserrat Caballé in Begleitung des Pianisten Sergio Montero, der kurzfristig für den verhinderten Pianisten Manuel Burgueras einsprang.
09
09.12.2006
Santander
The
3 Montserrats – MONTSERRAT CABALLÉ, MONTSERRAT MARTÍ, ALBERT MONTSERRAT
EL DIARIO – 11
EL DIARIO – 11. Dez. 2006
Palacio de Festivales
Una fiesta del
canto
La cita
histórica con Montserrat Caballé vertebró la celebración lírica que vivió la
sala Argenta
RICARDO HONTAÑÓN
Sí, la presencia
de Montserrat Caballé en el Palacio de Festivales hay que calificarla como un
acontecimiento de primera magnitud por cuanto ha trascendido los aspectos
meramente musicales convirtiéndose en un hecho de nostalgia escénica y
connotaciones sociológicas destinado a las hemerotecas. La universal catalana,
que ahora festeja jubilosamente los cincuenta años de su fecunda trayectoria
artística subía por primera vez a nuestra sala Argenta, y lo hacía con su hija,
la también soprano Montserrat Martí y el tenor Albert Montserrat. Entre
palabras de elogio a la acústica de este ámbito para el espectáculo, la soprano
hizo sonar su voz inmersa un crepúsculo dorado, en una tarde noche festiva con
un público variopinto que ya, desde hace tiempo, había cantado el 'no hay billetes'.
La fuerza de su nombre es evidente y el mito se mantiene vivo.
Porque si para muchos queda el recuerdo de sus bellísimos filados bellinianos
en el FIS de la Porticada, también temimos lo peor cuando en el inicio de este
evento con la 'Malvina' de Gaetano Donizetti su voz estuvo un tanto destemplada
y la afinación tuvo sus más y sus menos; no obstante, pronto las cosas entraron
por buen camino, compartido con su hija a través de la no muy conocida Ave
María del autor del 'Elisir d´amore. Una parte en la que Albert Montserrat se mostró como un tenor, también con
temas donizettianos, de muy considerables facultades que fueron a más en el
discurrir de la velada.
Las demostró también el cantante con el 'E lucevan le stelle' de la Tosca
pucciniana y alcanzó su mejor momento en la 'Dome epais le jasmin... de Lakme'
de Delibes, o cuando compartió escenario con la voz de la diva a través de
momentos excelentes como quedó de manifiesto en dos ejemplos de Leoncavallo.
La ductilidad tímbrica, el sello versatilizado de registros y la clara dicción
fueron cualidades que Montserrat Martí puso de manifiesto a través de ejemplos
firmados por Puccini o Gounod, y que hay que destacar en el último bloque de
este concierto dedicado a la zarzuela.
Ella dijo así muy bien la habanera del 'Don Gil de Alcalá' de Penella o 'Yo
quiero a un hombre' del 'Dúo de la Africana', mientras que Caballé derrochó
gracia y salero en la Canción Andaluza del Cabo Primero, y Albert Montserrat
fue justamente premiado en el 'No puede ser' de 'La tabernera del puerto', o en
el 'Si, torero quiero ser' del Gato montés, del que una de sus páginas fue
interpretada por las tres voces como primer bis, seguido de un segundo de 'La
Viuda Alegre' y del divertidísimo 'Dúo de gatos' rossiniano traducido por las
dos Montserrats.
Fue, por todo ello, una fiesta del
buen cantar convertida en un espectáculo que conectó con el público. A esa
atmósfera de celebración y armonía contribuyó el estupendo pianista Manuel
Burgueras, cómplice en todo momento con las tres voces que supieron poner su
personal acento a este Año Jubilar Lebaniego al que están ligadas numerosas
propuestas culturales de innegable calidad y singularidad.
03
03.12.2006
München
Philharmonie im
Gasteig
The
3 Montserrats – MONTSERRAT CABALLÉ, MONTSERRAT MARTÍ, ALBERT MONTSERRAT
O5
O5.12.2006 - Münchner Merkur
Besonderes Markenzeichen:
Die drei „Montserrats” in der
Münchner Philharmonie
„Drei Tenöre”, das hatten wir schon
einmal, ebenfalls die „Three Sopranos” und zur WM gar „Drei Orchester” im
Olympia-Stadion. Als jüngsten Neuzugang dieser populären Dreierkombis galt es
nun „The 3 Montserrats” zu erleben, die das Publikum zum ersten Advent in der
Münchner Philharmonie empfingen.
„Die” Montserrat, das ist natürlich Montserrat Caballé,
und wie schon öfter in den vergangenen Jahren, hatte sie auch diesmal wieder
ihre Tochter Montserrat Martí mitgebracht, die sich mit Partien wie Puccinis
Mimi langsam aber sicher in das ehemalige Repertoire der Mama vorarbeitete.
Caballé selbst konzentrierte sich stattdessen auf Raritäten wie Cherubinis
„Demofonte” und zeigte hier, dass sie sich ihr charakteristisches Timbre im
Alter ebenso erhalten hat wie die zart gesponnenen Piani, welche schon immer
ihr ganz besonderes Markenzeichen waren. Und wenn eben doch mal ein Ton nicht
mehr ganz so selbstverständlich kommt wie früher, dann ist da sofort das berühmt
berüchtigte, ansteckende Caballé-Lachen, das ihr wohl immer die Sympathien der
Fans sichern wird und jede Kritik sofort hinfällig werden lässt. Da verzieh man
sogar das zuckrig süße Weihnachts-Medley, das den Bogen von Händels „Halleluja”
bis hin zum alpenländischen Jodler schlug.
Dritter im Bunde war hier Albert Montserrat, den man sich wohl vor allem des
Namens wegen ins Boot geholt hatte. Denn in den Duetten harmonierte sein
kräftiger, aber manchmal doch etwas undifferenziert eingesetzter Tenor nicht
immer ganz mit den Stimmen seiner Partnerinnen. Bei den flotten
Zarzuela-Kostproben zeigte sich aber auch er in seinem Element, und nach dem
gemeinsam mit Martí charmant radebrechenden „Lippen schweigen” konnte man sich
auch bei ihm ein leises Schmunzeln nicht verkneifen. Tobias Hell
21
21.11.2006
Jerez
Teatro Villamarta
Piano: MANUEL BURGUERAS
Jerez – 21/11/2006/ Teatro Villamarta
Jerez – 21/11/2006/
Teatro Villamarta
La risa de la
gran señora
Más de 1.300
personas tienen el privilegio de recordar haber visto y oído en directo en
Jerez a la voz de oro de la música española, Montserrat Caballé
Llegó y llenó el
escenario del Villamarta con su amplia sonrisa y sus carcajadas contagiosas. Montserrat Caballé, la máxima representante
española de la lírica en el país y fuera de sus fronteras regaló su voz algo
menos de dos horas (que parecieron dos minutos) a los oídos de los jerezanos
que atestaron el teatro en la gala del décimo aniversario de su reapertura.
Cincuenta años lleva Montserrat
Caballé saliendo a escena, poniendo una mano en el piano de cola, otra en el
atril y haciendo un leve gesto afirmativo al músico para comenzar la pieza. ¿Cuántas
habrá interpretado desde aquella sustitución del papel de Lucrezia Borgia en el
Carnegie Hall de Nueva York que la dio a conocer, afortunadamente para todos! La
noche del martes hizo lo mismo una vez más no sin antes mirar con extrañeza a
los cien afortunados que disfrutaron del recital en el mismo escenario, junto a
ella: «No sabía que estaban ustedes aquí», dijo al verlos, con su sonrisa de
mujer sencilla.
No tenía por qué trabajar mucho para que el público se le entregara. Se lo
había ganado desde que el Teatro Villamarta anunciara su presencia en la
ciudad, hace ya varios meses. Aplausos al principio, entre pieza y pieza, en las pequeñas pausas y en el
descanso. Silencio
absoluto cuando la dama de la ópera española miraba hacia el paraíso y entonaba
las primeras sílabas. Poco a poco, fue desgranando las piezas del repertorio
anunciado, que alteró en varias ocasiones, sobre las notas procedentes de los
dedos del maestro Manuel Burgueras.
Mimar el piano
El joven Burgueras interpretó las partituras con una elegancia exquisita. Acompañando
en todo momento las tonalidades de voz de la soprano, tuvo varios solos que
arrancaron aplausos de la propia Caballé. La complicidad entre los ejecutantes
sobre el escenario debe ser fundamental y lo es en este tándem que trabaja
habitualmente desde 1991.
La tos, que había hecho presencia ya entre los espectadores, llegó a apoderarse
de la catalana, que se lo tomó con naturalidad, al final del recital y después
de algún que otro carraspeo entre estrofas, volvió a demostrar que tiene una
garganta irrompible a sus 73 años de edad.
Händel, Scarlatti y Niedermeye y, en la segunda parte, Obradors, Serrano y
Giménez, entre otros. Una primera sesión más contenida y una segunda más
alegre, más traviesa, como la pieza titulada La tarántula, de La Tempranica.
Como no podía ser de otra manera, el público jerezano no tardó en tocar las
palmas de la tierra para la catalana, que no pudo reprimir unos pasitos
flamencos. Quien creyera
que Montserrat Caballé es seria, austera y distante puede cambiar ya de
opinión: risueña, cómplice y entregada. No hubo tarta ni velas, pero sí deseos de muchos años más.
21/11/2006
21/11/2006
Jerez
/ Teatro Villamarta
Montserrat Caballé pone el broche de oro a la celebración del décimo
aniversario del Teatro Villamarta
El Villamarta no será el Carnegie Hall, donde se consagró
Montserrat Caballé en los años 60 sustituyendo a la soprano titular que tenía
que interpretar a Lucrecia Borgia y fue aclamada con veinte minutos de
aplausos; pero seguro que en el Carnegie Hall no han visto a la Caballé, una
leyenda viva de la lírica, marcarse unos pasos por bulerías al ritmo de las
palmas con las que tradicionalmente se despide a los artistas en el
Villamarta. Cosas que pasan aquí y no pasan en Nueva York. De ese modo celebró
en la noche de ayer el teatro jerezano el décimo aniversario de su reapertura,
a la misma hora, diez años después, de que sonaran las palmas por bulerías para
celebrar con la voz de Alfredo Kraus, otro de los grandes, que la ciudad volvía
a tener un lugar donde concentrar algo de duende, algo de arte, algo
bonito, en definitiva. El paso de la Caballé por el
Villamarta fue arrasador. Entradas vendidas desde el primer día, colas a la
entrada, el nerviosismo propio de los grandes acontecimientos. El director,
Francisco López, en el hall se limitaba a decir: “Bien, hemos llegado hasta
aquí”. Una gran noche
donde la guinda era esta mujer de 73 años con un repertorio acumulado en escena
de 90 papeles y que se considera que ha estado a la altura de la Callas o la
Sutherland. Si en Jerez iba a estar brillante o funcionarial, si iba a dar
un bolo o a entregarse al público era lo de menos. El público asiduo del
Villamarta quería celebrar el cumpleaños del teatro con un mito sobre sus
tablas y ahí estaba. “Es verla, sobre todo es verla”, comentaba una mujer
posiblemente de la misma edad que la gran artista catalana, “poder decir que yo
vi a la Caballé”. La bailaora Angelita Gómez, cuya abuela era cantante de
ópera, salía emocionada del camerino al final de la actuación tras haber
saludado a la Caballé y haber conseguido un autógrafo: “Esta noche no voy a
poder dormir. He cumplido mi sueño”.
Un habitual del Villamarta, José Luis Castro, ex director del Maestranza de
Sevilla y director de escena, resumía la noche de la siguiente manera: “Ha sido
un homenaje de Caballé al Villamarta y también un homenaje del Villamarta
a Caballé”. Esa sintonía se vivió durante toda la velada. La diva, de buen
humor, bromeaba con el pianista y con el público, hacía guiños cómplices, y el
público se entregó en cada una de las piezas.
Suena el timbre, bajan las luces, últimas toses, se alumbra el escenario. Y
apareció, vestida con un floreado manto marrón, con brillantes pendientes en
las orejas y broches en el pecho, acompañada de su pianista, Manuel Burgueras. Dio
un respingo. En el mismo escenario el teatro había instalado algo más de un
centenar de sillas. Esos privilegiados podían sentir su respiración. “Uy, no
sabía que estaban ustedes aquí”, dijo divertida. Y, a continuación, acometió O
Numi Eterni , de Lucrezia, su rol símbolo, de la ópera de Handel: “Oh, cielo,
castiga el salvaje engaño del felón, del malvado monstruo”.
La primera parte se siguió con atención y se podía observar la diversidad del
público que se embelesaba con la presencia de Caballé sobre el escenario.
Gente de la alta sociedad, de la media sociedad y de la indefinida sociedad. Caballeros de media etiqueta, de ninguna
etiqueta y en vaqueros. Convencidos de la cruzada antiglobalización, conocidos
nostálgicos, gente sin adscripción y gente muy adscrita. Y, por supuesto,
bostezadores, somnolientos y también entusiastas que se bebían cada una de las
notas y otros, reflexivos, que escrutaban el estado de forma de la gran dama
nacional de la lírica. No
digamos que todo Jerez, porque no cabe y porque no todo el mundo tiene por qué
tener el mismo interés en esto, pero, desde luego, de Jerez y de la provincia,
un poco de todo. En definitiva, los primeros que lograron cazar la entrada del
que iba a ser el gran acontecimiento de la temporada nada más ponerse éstas en
la taquilla.
En la segunda parte salió una Caballé mucho más zalamera. De traje rojo con
chorreras, dispuesta a meterse en el bolsillo a quien se hubiera despistado. Ya
se comentaba en el ambigú: “Ahora viene lo bueno, viene la zarzuela”. Y ahí
llegó al corazoncito de quienes no se habían metido en el partido, ejecutando
el vito, vito, vito, que ya se sabe que con el vito, va. “No me haga usted
cosquillas, que me pongo colorá”, manifestó. Y la sala premió con aplausos y
algún bravo (no se escucharon demasiados, la verdad) su modo de entender el
salero.
Pero el tiempo pasa y en algún momento, apoyada en el piano, se vislumbró
cierto gesto de cansancio. Aligeró algo el programa, que la noche iba con
retraso, y se despidió con la tarántula, el bicho que no se mata con piedra ni
palo. Una tos le alertó de que debía ir concluyendo.
Una vez recibido el ramo de flores, avisó en el bis al público que “vamos
rápido antes de que no me deje seguir la tos”. Pero sí se lo permitió y el
público se puso en pie para despedir a una mujer que convirtió el décimo
cumpleaños del Villamarta en una noche mitológica.
Es war wie verhext: Kurz bevor Montserrat Caballé, die
große spanische Operndiva, die Bühne betrat, fing es an zu tröpfeln. Schnell
wurden mitgebrachte Regenjacken übergezogen, und der Veranstalter hatte – nach nunmehr
einigen verregneten Veranstaltungen auch daran gedacht, Regencapes für die
Zuschauer bereit zu halten. Und dabei war Bürgermeister Leonhard Helm doch noch
so zuversichtlich: „Das zieht bestimmt gleich wieder weiter“, war er überzeugt.
Sein Wort hatte wohl bei Petrus kein Gehör gefunden, denn nachdem die Caballé
unter großem Geknister der Capes angefangen hatte zu singen, ging es erst
richtig los. Einige flüchteten sich schnell in den dunklen Bogen, doch das Gros
der Zuschauer blieb ungerührt sitzen. Die Künstlerin nahm’s mit Humor: „Ich
habe es besser als Sie, ich habe ein Dach über mir“, stellte sie in
einwandfreiem Deutsch fest, das sie sich während ihrer Engagements in
Deutschland vor rund einem halben Jahrhundert angeeignet hatte.
Die „Königin des Belcanto“ verstand es jedoch, trotz ungemütlichen Wetters das
Publikum zu begeistern. Ihr Programm umfasste eher unbekannte Stücke großer
Komponisten wie etwa Gaetano Donizetti (1797 – 1848) oder Charles Francois
Gounod (1818 – 1893). Im zweiten Teil, der aufgrund der Wetterlage ohne Pause
angeschlossen wurde, kamen unbekannte andalusische Werke aus dem 18.
Jahrhundert zum Vortrag. Es ist ihr großes Anliegen, auch weniger bekannte
Werke einem breiten Publikum bekannt zu machen, wenn vielleicht der eine oder
andere auch gerne ein paar Stücke mit Wiedererkennungswert gehört hätte an
diesem Abend.
Jede ihrer Interpretationen ist von der Leuchtkraft ihrer Stimme und einer
geradezu makellosen Technik gekennzeichnet – ohne Zweifel besitzt die Caballé
eine der schönsten Stimmen des 20. Jahrhunderts. Auch wenn ihre Stimme nicht
mehr die einstige Durchschlagkraft besitzt, ist sie noch immer tonsicher bis in
die ohne Mühe erreichten und samtig ausgeformten Höhen. Ihre Markenzeichen, die
hinreißend süßen Pianissimi, die beeindruckende Koloraturfähigkeit und die
atemberaubende Legatokunst, haben Operngeschichte gemacht. Ihr ungewöhnlich
großes Rollen- und Liedrepertoire hat Montserrat Caballé an alle großen
Opernhäuser der Welt geführt.
Begleitet wurde die Caballé am Dienstagabend von Manuel Burgueras. Sensibel
bereitete der argentinische Pianist, der seit 1991 an Caballés Seite ist, das
Klangfundament: allein schon ein Hörgenuss. Mit der Caballé trat Burgueras
schon auf Opern- und Konzertbühnen in der ganzen Welt auf. Für große
Begeisterung beim Publikum sorgte ihr musikalischer Abschied. In einer freien
Improvisation nahm sie die Unbilden des Abends nochmals auf und formulierte in
einzigartiger Weise ihren Dank an das Publikum, das so tapfer durchgehalten
hatte. Das „Ständchen“ bildete einen gelungenen Abschluss des Abends und sorgte
bei den Gästen noch einmal für frenetischen Applaus.
So war es auch hier nicht ihre Stimme allein, mit der Caballé das Publikum
begeisterte. Die Auftritte der spanischen Sopranistin sind immer ein Erlebnis,
denn ihre beeindruckende Präsenz und ihre Ausstrahlung bleiben im Gedächtnis.
Montserrat Caballé besitzt ein Charisma, das Menschen zu begeistern und in
ihren Bann zu ziehen weiß. Sie ist eine wahre Diva. Ihr Repertoire, das von den
Belcanto-Partien Bellinis, Donizettis und Rossinis bis zu den Opern Mozarts,
Verdis und Puccinis reicht und über 100 Rollen umfasst, ist einmalig in diesem
Jahrhundert, und die Anzahl ihrer Schallplattenaufnahmen wurde von keiner
anderen Sängerin je übertroffen.
In der Weltbevölkerung schuf sie sich außerdem einen Namen als sie 1987
gemeinsam mit Freddie Mercury ein Album herausbrachte und 1992 mit ihm
gemeinsam die Olympischen Spiele in Barcelona musikalisch eröffnete.
Gleichzeitig ist Caballé als UNESCO-Botschafterin unermüdlich im Einsatz und
stellt ihr humanitäres Engagement in einer eigenen Kinderhilfestiftung unter
Beweis.
20
20.08.2006
Ladenburg
Festwiese
mit Orchester, Cond.:
JOSÉ COLLADO
20/08/2006 – Openair-Konzert Ladenburg
20/08/2006
Openair-Konzert Ladenburg
meine
eigenen Anmerkungen
Es ist jetzt 23.12
Uhr. Ich bin wieder zurück vom openair-Konzert in Ladenburg.
Ladenburg liegt ca.
120 km entfernt von meinem Wohnort. Man kann also anhand der Uhrzeit schon
vermuten, dass ich entweder auf der Rückfahrt ziemlich „gebrettert“ bin auf der
Autobahn, oder dass Frau Caballé ihr Konzert kurz und schmerzlos beendet hat.
Ich glaube, beides trifft ein bißchen zu.
Das Wetter war
durchwachsen, ein paar kurze Regenspritzer kamen schon mal – und so war das
Publikum mehr beschäftigt mit Regenjacken auspacken und sich über die Unmengen
von Nachtfaltern zu amüsieren, die sich auf der Bühne um die Scheinwerfer und
um Frau Caballé scharten.
Gefehlt hat mir
vorallem ein Programmheft. In der Pause lief ich nochmal über die gesamte
Festwiese, eigentlich in der Gewissheit, dass ich die Programmverkäufer vor dem
Konzert einfach übersehen hatte. Aber weit gefehlt. Es gab keine Programmhefte.
Na sowas hatte ich bislang auch noch nicht erlebt.
Impressionen während
des Konzertes:
Eine junge Dame,
schick gestylt mit ihren für diesen Festwiesenuntergund etwas unpassenden
hochhackigen Sandaletten kommt 15 Minuten nach Konzertbeginn, sucht ihren Platz
oder besser gesagt ihren männlichen Partner. Was tut Frau von Welt in so einem
Fall? Natürlich – das neuste Modell eines schicken Klapphandys wird ausgepackt,
gewählt – und irgendwo wird es jetzt gleich klingeln. Ah ja, ganz vorn sitzt er
ja…winke winke, und nichts wie hin…Und das alles, während ich versuche, mich
auf Frau Caballés Gesang einzustimmen.
Am meisten gestört
haben mich die Toilettendamen. Nichts gegen die Zunft dieses edlen Berufes,
aber sie unterhielten sich kaum überhörbar während des Konzerts, und auch der
Scheuerlappen wurde geräuschvoll ausgeschüttelt – muß ja auch mal sein…
Es gab jede Menge zu
essen und zu trinken, von der Bratwurst bis zu Crepes, vom Prosecco im
Plastikbecher bis zum Schampus in der VIP-Abteilung.
In der Pause
versammeln sich die VIPs (wer immer das auch sein mag…) in dem extra für sie
aufgestellten VIP-Zelt. Kleine Schlemmereien werden gereicht.
Ein Trompetenduo
bläst zum Pausenende, bzw. zum Konzertanfang. Irgendwann werden die
Scheinwerfer wieder gelöscht und das Konzert kann weitergehen. Oha, jetzt haben
die VIPs auch bemerkt, dass die Musik ganz woanders spielt. Mit Häppchen und
Schampusglas bewaffnet suchen Unzählige jetzt im Dunkeln wieder ihre Plätze.
Schönes Durcheinander – oh, hätte ich doch in der Pause das Konzert verlassen
und wäre nach Hause gefahren
Aber das Feuerwerk
war gut – das muß ich neidvoll zugeben.
Und jetzt leg ich
mich schlafen. Vielleicht denke ich morgen ein bißchen gnädiger über diese
Konzert…
Ladenburg – 20/08/2006
Ladenburg
– 20/08/2006
Einmalige Stimmung am Ufer des
Neckars mit Montserrat Caballé
Von
Axel Sturm - RNZ
Ein
kulturelles Highlight im Kultursommer der Metropolregion setzte am Sonntagabend
in Ladenburg die spanische Operndiva, Montserrat Caballé. Die rund 1500
Besucher der Veranstaltungsreihe, "Klassik am Fluss" waren nicht nur
vom temperamentvollen Auftritt der katalanischen Künstlerin beeindruckt,
sondern auch vom einmaligen Ambiente am Neckarufer der Römerstadt.
Spätestens
als die glutrote Abendsonne am Horizont verschwand, war eine perfekte
Konzertstimmung angerichtet. Lediglich der aufkommende Wind und einige wenige
Regentropfen trübten die Stimmung ein wenig.
Seit sechs Jahren findet "Klassik am Fluss" in Ladenburg statt. Mit
ihren Bemühungen, Weltstars nach Ladenburg zu holen, wurde die Hirschberger
Konzertagentur DeMi-Promotion zumindest in diesem Jahr nicht belohnt: Der
allgemeinde Besucherrückgang bei Open-Air-Konzerten war erstmals auch in
Ladenburg zu spüren. Statt der erhofften 2500 Besucher waren "nur"
rund 1500 Klassikfreunde nach Ladenburg gekommen.
Und
Montserrat Caballé enttäuschte ihre Fans nicht. Routiniert und mit viel Humor
gewürzt präsentierte sie ein beschwingtes Programm. Begleitet wurde die
spanische Künstlerin vom großen Orchester des Dirigenten José Collado, das
allerhöchste Ansprüche erfüllen konnte.
Das krönende Abschlussfeuerwerk, das der Veranstalter der Diva widmete, war
auch für die Besucher ein krönender Abschluss.
Letzte Arien in der Abenddämmerung
KLASSIK: Montserrat Caballé, "Diva der
leisen Töne", zollt in Ladenburg der spanischen Musik Tribut - und ihrem
Alter
Von Hans-Günter
Fischer – Mannheimer Morgen
Schon seit
50 Jahren steht sie auf der Bühne. Mag ja sein, dass das Mick Jagger auch noch
schaffen wird, aber für eine Sopranistin ist es eine sagenhafte Leistung. Fast
rekordverdächtig. Wer so lange singt, muss irgendwann gelernt haben, mit seiner
Stimme hauszuhalten. Und bei ihrem Ladenburger Open-Air-Auftritt - am schönen
Neckarufer sind durchaus noch ein paar Plätze frei - treibt Montserrat Caballé
die Kunst des Kräftesparens in gewisser Weise auf die Spitze.
Aber erst
einmal die guten Nachrichten: Das Wetter hält, und als die Diva auf die Bühne
kommt (der Dirigent José Collado führt sie dabei ritterlich am Arm), bricht
durch die graue Wolkenwand sogar die Sonne. Doch die Diva geht gleich wieder,
was an diesem Abend oft geschieht: Auf jede Arie folgt ein orchestrales
Intermezzo, das die Caballé zu einer kleinen Ruhepause ausnutzt. Hinten rechts
in der Konzertmuschel befindet sich für diesen Zweck ein kleines Extra-Zelt,
soweit man das von Reihe 21 links - gefühlter Bühnenabstand: 100 Meter - sehen
kann. Nach wenig mehr als einer halben Stunde kommt bereits die Pause. Dass das
Publikum viel Caballé fürs teure Eintrittsgeld bekommt, kann nicht behauptet
werden.
Bosheit ist
das aber nicht, die Gründe gehen tiefer. Was bei einer Sängerin, die schon vor
Jahren öffentlich darüber Auskunft gab, wie es so ist, wenn sich die
Spitzentöne peu à peu verabschieden, nicht allzu sehr verwundert. Ihre
relevanten Plattenaufnahmen stammen noch aus dem Analog-Zeitalter, sind also
schon über 25 Jahre alt. Was übrig bleibt, ist der Versuch, die Kunst der
leisten Töne, die sie einst berühmt gemacht hat, weiterhin so gut es eben geht,
zu kultivieren.
Doch was
früher eine autonome interpretatorische Entscheidung war, ist mittlerweile aus
der Not geboren. Anders geht es gar nicht mehr, an irgendwie
"dramatische" Aktionen ist nicht mehr zu denken. Wenn sie doch mal
nötig sind, bei Arien-Schlüssen etwa, neigt die Stimme gleich zum Übersteuern,
fällt in waberndes Vibrato. Dabei weicht die Diva ohnehin auf Nebenwege aus und
stellt Saverio Mercandantes "Dove sono" neben Verdi und Jules
Massenet. Wobei die Unterschiede der Stilistik eingeebnet werden durch den
unbeweglich-matten Schöngesang der Caballé. Dass die Besucher ihren
Darbietungen etwas ratlos folgen, hat indessen auch damit zu tun, dass es noch
nicht mal ein Programmheft gibt. Doch dafür etliche Prosecco-Bars . . .
José Collado
und sein "großes Sinfonieorchester", das nicht näher definiert wird,
unterstützen Caballé sehr vorsichtig, sehr rücksichtsvoll, sehr langsam. Wenn
sie solo randürfen, verschmähen sie aber mitnichten plakative
Gesten.
Die Diva
selbst hat ihre glücklichsten Momente bei den Stippvisiten in die Welt der
Zarzuela, da scheint manchmal gar so etwas wie gestalterischer Witz auf. Wenn
sie mit den Neckarschnaken kämpft, hört man ihr viel gerühmtes Lachen. Und den
Ladenburger Bürgermeister Rainer Ziegler, der ihr artig die Honneurs macht,
wickelt sie problemlos ein. Die Komödiantin Caballé, sie kann es noch. Die
Sängerin, na ja. Am Schluss gibt's noch ein schönes Feuerwerk. Doch dafür sind
die Pyrotechniker verantwortlich.
12
12.08.2006
Ripoll
Monasterio de Ripoll
mit MONTSERRAT MARTÍ
Ripoll – 12/08/2006
Ripoll – 12/08/2006
MONTSERRAT CABALLÉ i MONTSERRAT
MARTÍ
Va ser un recital emotiu, més pels esdeveniments que
lligaven Montserrat Caballé i Montserrat Martí amb Ripoll i amb l'associació
ACPM (actualment fundació MAP) que per la mateixa música que s'hi va
interpretar. El recital, en benefici per a la fundació,
va reunir un públic rendit totalment a les sopranos catalanes. El programa estava format per àries i cançons que, tret d'alguna, eren poc
conegudes, en la interpretació de les quals les artistes van demostrar que es
trobaven molt be.
Montserrat Caballé encara conserva una preciosa veu i una
gran tècnica, en què s'entreveu la resplendor d'aquelles virtuts que la van fer
única, com també aquells aspectes que li han portat les crítiques més
negatives.
Parlar de
Caballé en el món del cant és, sense cap mena de dubte, un segell de qualitat,
tal com es desprèn de les paraules de Robert Pullen i Stephen Taylor: «La seva
grandiositat com a artista es basa en les seves qualitats vocals: una de les
veus més belles i versàtils de la història, unida a una tècnica virtuosa, però
també al seu poder carismàtic i a una personalitat càlida, que arriba al públic
i el captiva a tot el món. En una època en què el
terme s'ha adulterat per haver-se usat indiscriminadament, Montserrat Caballé
és una diva en el sentit autèntic de la paraula.» El repertori estava evidentment seleccionat a la mesura de les seves
condicions actuals i va deixar gran part del protagonisme a la seva filla.
Montserrat Martí, per la seva banda, va demostrar que té
un instrument sòlid, ric i brillant, i en les seves interpretacions va deixar
palès el seu ímpetu i la seva potència de veu. Es va mostrar flexible i amb instint dramàtic, tot i que va tendir a
sacrificar el fraseig i l'estil musical d'algunes cançons en benefici d'una lectura
de les partitures amb un cert caràcter subjectiu, si bé va protagonitzar un
dels moments culminants del concert amb la interpretació d'Elegía Eterna,
de Granados, en la qual, en el punt central i culminant de la cançó, va conduir
la tensió dramàtica de manera magistral.
Tant en l'Ave Maria de Donizetti com en El cant
dels ocells, que Caballé i Martí van cantar juntes, van mostrar la seva
compenetració emocional i estilística, si bé el punt culminant de les
interpretacions conjuntes va ser la Barcarole de J. Offenbach, en què la
sensibilitat i l'emoció emplenaven tot el monestir.
Manuel Ángel Burgueras va fer un acompanyament al piano
amb molt de tacte i virtuosisme i va demostrar un excel·lent sentit pianístic,
amb un so ple de sensibilitat. Va convertir l'instrument en un coixí sonor on
les veus de les sopranos es movien en completa llibertat.
Una vegada acabat el programa, i abans d'interpretar com
a propines l'Ave Maria de Mascagni i l'Oración del mundo de
Vangelis, Montserrat Caballé, visiblement emocionada, va deixar palesa la seva
relació amb Ripoll, així com la de la seva filla Montserrat, amb motiu del seu
imminent casament a la vila. La cerimònia es farà avui.
04
04.08.2006
Ayamonte
Teatro Cardenio
XXIV edición del
Festival Internacional de Música de Ayamonte
05/08/2006
05/08/2006
Caballé conquistó Ayamonte
La soprano catalana interpretó obras
inéditas andaluzas del siglo XIX en la segunda jornada del Festival de Música
de Ayamonte
Unas horas antes
de su actuación, la soprano catalana compareció ante los medios en el Parador
Nacional de Turismo de Ayamonte, lugar en el que se alojó la artista. Allí,
Caballé reconoció estar "encantada de poder conocer la bellísima ciudad de
Ayamonte".
Refiriéndose al festival
ayamontino, dijo conocerlo "sólo de oídas", pero se sentía
"plenamente satisfecha de poder formar parte de las grandes figuras que ya
han pasado por este festival". Ante la noticia del no hay billetes para su actuación, Caballé lo
consideró todo un honor "porque nada seríamos sin el público; el público
te ofrece un cariño que es el que nos mueve a los artistas a la emoción, y a
poder seguir creciendo en este mundo, si no fuera por el público estaríamos
perdidos".
Caballé analizó
la situación actual de la ópera, asegurando con sus declaraciones que "hoy
en día, a diferencia de otros tiempos, este género es demandado por una enorme
variedad de público, por lo que la ópera, poco a poco, se ha ido convirtiendo
en un género dirigido a todo el mundo”.
04/08/2006
04/08/2006
Montserrat Caballé actúa esta noche en Ayamonte
La soprano catalana Montserrat Caballé
aseguró hoy que para soportar su ritmo de vida sólo tiene un secreto: "el
cariño del público", ya que "es lo único que nos puede hacer crecer a
los artistas para superarlo todo, si no fuese por ese cariño, los artistas
estaríamos un poco perdidos".
En rueda de prensa en el Parador Nacional
de Ayamonte, localidad en la que actuará esta noche en el marco del Festival de
Música, Caballé, de 73 años, habló de sus compromisos profesionales, que ha de
compaginar con asuntos tan personales como la boda de su hija, el próximo 14 de
agosto, tras la cual se tomará unas mini-vacaciones para, posteriormente,
actuar en Alemania y Austria.
Con respecto a la actuación de Ayamonte indicó que forma
parte de la gira que inició a finales de junio, una gira "difícil sobre
todo por el calor, con dos o tres conciertos a la semana, lo que cansa mucho
unido a los viajes".
En este sentido, explicó que su repertorio cuenta con dos
partes bien diferenciadas, dedicando una primera al bel canto en la que
interpreta piezas del romanticismo, música italiana y un abanico de diversas
épocas; y una segunda en la que entona piezas de compositores andaluces del
siglo XIX.
También recordó la soprano en su comparecencia a
personajes y compositores que han llegado a emocionarla, destacando sobre todos
a 'Salomé' de Strauss al que ha aparcado durante un tiempo.
Por último, se refirió a los recitales que ofrece con su
hija Montserrat, que si bien al principio "nos pedían que actuáramos
juntas casi por morbo, teniendo una aglomeración de peticiones", ahora
piden su presencia en actos como la inauguración en Kazajistán en septiembre,
del teatro construido por el arquitecto Norman Foster.
La soprano aún no tiene cerrado la
celebración de este concierto, si bien sí que desarrollará una gira en Rusia
tras la que, en noviembre, regresará a España.
01
01.08.2006
Peralada
Mozart-Recital
- mit MONTSERRAT MARTÍ, BEGONA ALBERDI, ALEJANDRO GUERRERO, ANTONIO DE GOBBI,
MANUEL BURGUERAS
03/08/2006
03/08/2006
Emociones en
Peralada
Montserrat Caballé y su hija, Montserrat Martí, cantaron a
Mozart en el 20° aniversario del festival
CRISTINA
VALENTÍ PERALADA
Las puertas del castillo de Peralada se
abrieron el martes por la noche como lo hicieron por primera vez hace 20 años. El
auditorio del festival ampurdanés se llenó para escuchar a la soprano
Montserrat Caballé felicitar con Mozart el 20° aniversario de este
acontecimiento que llena de música, teatro y danza los veranos de Peralada. Las voces de la cantante barcelonesa, su hija Montserrat
Martí, la soprano Begoña Alberdi, el tenor Alejandro Guerrero y el bajo Antonio
de Gobbi sonaron por partida doble. Primero, en la iglesia del Carme y,
después, en los jardines del castillo, con el Cor de Cambra del Palau de la
Música y la Orquestra de Cadaqués. Habituales de Peralada, seguidores de
Caballé y muchos turistas vistiendo elegantes para la ocasión no se quisieron
perder el evento más emotivo de la edición de este año. Por supuesto, numerosos nombres del panorama político
tampoco faltaron a la cita. Los consellers Joaquim Nadal, Joan Manuel
del Pozo y Marina Geli se sentaron en el palco presidencial para escuchar
atentamente las piezas del genio de Salzburgo. Junto a ellos, estuvieron el
portavoz del grupo parlamentario de Convergència i Unió, Felip Puig, y el
portavoz adjunto, Josep Maria Pelegrí. Y es que el destino o la casualidad
genera situaciones como mínimo curiosas, ya que los dos dirigentes de CiU son
los que pidieron la comparecencia a diferentes miembros del Govern, entre ellos
Nadal, para que informaran sobre la respuesta de la Generalitat frente a la
huelga del aeropuerto de El Prat. Lejos de Barcelona y a unas horas de esa
sesión que se presentaba tensa, ¿hablarían sobre esa cuestión de una forma más
tranquila y distendida? Quién sabe... Dejando la política a un lado, quien sí revivió un
recuerdo imborrable fue Carme Mateu de Suqué, la presidenta e impulsora del
Festival Internacional Castell de Peralada. Amiga de Montserrat Caballé,
seguramente vivió una de sus noches más intensas no solo por su calidad de
anfitriona sinó también por la relación que la une con la diva.
DE ESPECTADORA A ESTRELLA Después de la actuación, Carme Mateu estuvo con la
cantante quizás rememorando los días en que decidieron dar vuelo a los
recitales veraniegos en Peralada para convertirlos en un festival de categoría.
Entonces, cuando Caballé inauguró la primera edición, su hija contempló el
concierto como una espectadora. El lunes era
también una de las artistas principales y lo disfrutó cosechando algunos de los
mejores aplausos de la noche. Esa noche calurosa de abanicos, suavizada de vez en
cuando por una ligera brisa, tuvo también un acento solidario. Desde que en
1987 el festival dio un concierto a beneficio de la Cruz Roja y los niños
africanos, este acontecimiento no ha olvidado nunca las causas benéficas, ya
que el concierto de ayer en la iglesia se celebró para apoyar al laboratorio de
investigación del servicio de oncologia del hospital Infantil de Sant Joan de
Déu, de Barcelona.
01/08/2006
01/08/2006
Caballé cattiva en el XX aniversario del
Festival de Peralada
La soprano, acompañada de su hija
Montserrat Martí, emociona al público en sus dos recitales mozartianos
Peralada (Girona). (EFE).- Unas 500
personas han asistido a la iglesia del Carme de Peralada para presenciar uno de
los dos conciertos que la soprano Montserrat Caballé y su hija, Montserrat
Martí, han ofrecido hoy en el marco del XX aniversario del Festival Internacional
Castell de Peralada y que ha emocionado al público.
El concierto 'Una hora con Mozart' ha empezado con unas palabras de
agradecimiento de una elegantísima y emocionada Montserrat Caballé, que ha
querido resaltar la importancia que tiene para ella el poder cantar en
beneficio de los niños enfermos de cáncer, puesto la recaudación de este
concierto irá destinado al Laboratorio de Investigación sobre el Cáncer
desarrollado en niños.
Las sopranos, juntamente con la mezzosoprano Begoña Alberdi, el tenor AlejandroGuerrero, el bajo Antonio de Gobbi y el pianista Manuel Burgueras, han ofrecido un repertorio íntegramentemozartiano, que ha empezado con la interpretación de 'Luci Care...' (KV 346) y en la que los artistas han arrancado con ciertadescoordinación, quizásdebido al calor que se percibía en la iglesia, lo que ha hecho
que los intérpretespararan
un momento para, en clave de broma, mostrar su incomodidad.
En la primera parte, el quinteto
ha emocionado al público con la divertidainterpretación de 'Due pupille amabili'
(KV 439), con la que los artistas se han ganado la ovación del público, algo que se ha repetido con la interpretación de 'Ecco quel fiero insante'
(KV 436), una de laspiezas
que ha tenidomejorrecibimiento por parte de los asistentes.
En estaprimera parte el quintetotambién ha deleitado a un público receptivo
con los nocturnos 'Se montan
ben mio' (KV 346), 'Piu non
si trovano' (KV 549) y 'Mi Lagnerótacendo' (KV437) y durante los cuales
madre e hija han intercambiadomiradas
de complicidad.
No obstante, el momento de plenitud
de los artistas se ha hechovisiblecuando han interpretado 'Ave verum' (KV
618), un tema con el que se han arrancado los aplausos de los presentes.
La segunda parte del concierto ha destacado
por un repertorio de canciones que ha iniciado con la divertidainterpretación en alemán de 'Das lied dertrennung'
(KV 519) de la mano del tenor AlejandroGuerrero que ha sidoacogida con sonrisas por los asistentes.
Uno de los momentosmásesperados ha sidocuando soprano Montserrat Caballé ha cantado
en solitario una de las dos canciones
que se indicaban en el repertorio, cautivando a un público afectuoso
en todo momento con la artista, tras
lo cual su hija ha ofrecido una dulceinterpretación de 'Ridente la calma'
(KV 152).
Caballé e hija, acompañadas de los mismosartistas, han ofrecido en
un auditorio repleto del Castell de Peralada un segundo concierto bautizadocomo 'MozartentreMilà i Salzburg'.
Acompañados de la orquesta
de Cadaqués, los cincointérpretes han seguido con el
repertorio mozartiano, ofreciendotemas de renombrecomo la 'Vesperaesolennes de Confessore', KV339,
una de lasgrandesobrasreligiosas de Mozart; 'Exsultate, jubilate', KV165, y la 'Missa de
la Coronació', KV 317, una de lastresmisas que el
compositor escribió.
Caballé, fiel al Festival de Peralada, ha querido estar presente este año en la XX edición de este evento y ha dedicado
su concierto a Mozart en honor
a los 250 años del nacimiento
del músico y compositor, que se celebran
este año.
25
25.07.2006
Gijon
Teatro Jovellanos
mit MONTSERRAT MARTÍ
Gijón - Teatro Jovellanos – 25
Gijón - Teatro
Jovellanos – 25.07.2006
Un dúo singular
Realmente asombrosa es la capacidad de convocatoria que mantiene
intacta Montserrat Caballé. Hace unas semanas recibía un gran homenaje a su
carrera en los premios líricos del teatro Campoamor de Oviedo y el martes regresó
a Gijón junto a su hija, la también soprano Montserrat Martí. El recital generó
gran expectación previa, que quedó suficientemente justificada porque si algo
sabe la Caballé es dar espectáculo. Es una maestra sobre la escena y suple las
inevitables carencias vocales derivadas del paso del tiempo con una
inteligencia que explica de forma precisa el porqué de su longevidad en los
escenarios.
El programa que ofrecieron en Gijón fue denso, ambicioso. Obras de diferentes
estilos se fueron alternando en dos formas de cantar -magníficamente
acompañadas al piano por Manuel Burgueras- y de comunicar la lírica. Montserrat
Caballé mantiene intacta su capacidad para transmitir, el vuelo estilístico de
cada autor y el cuidado expresivo. La vocalidad está mermada en líneas
generales, si bien sabe resolver con astucia y, además, tiene el inmenso aval
de sus sustanciales aportaciones a la historia de la ópera.
Montserrat Martí ya es otra cosa. En el
competitivo mundo de la lírica actual mantiene una actividad de tipo medio, en
línea ascendente. Bien es verdad que en sus interpretaciones
hay carencias, sobre todo en lo que se refiere a la expresión, demasiado plana,
falta de carácter.
Desde su última actuación en Asturias, en
la temporada de ópera, su voz ha ganado en cuerpo, con un centro robusto y la
emisión es más brillante, aunque el registro agudo resulte aún un tanto forzado
y metalizado.
El recital se inició con un bloque dedicado a Donizetti, para cantar la Caballé
después «Repentir» de Gounod, de manera exquisita. Pero lo que más impactó al
público, llegando a aclamar a ambas intérpretes, fueron los dúos. Curioso que
llamasen más la atención como pareja artística que en solitario y eso que la
«Barcarola» de «Los cuentos de Hofmann» de Offenbach no fue precisamente un
prodigio interpretativo en contraste con la precisión académica del dúo de
«Lakmé» de Délibes.
Tras el prolongado descanso y unas magníficas interpretaciones de obras de
Leoncavallo y Puccini, llegó el turno a la música española, que cautivó a los
espectadores en el último tramo del espectáculo. En el mismo destacaron un excepcional «Yo quiero a un hombre» de F.
Caballero a cargó de Martí y «La tarántula» de Giménez en la que Caballé se
divirtió e hizo reír al público. Tras el «Zapateado» de Barbieri cerraron ambas
un concierto que tuvo, además, tres floridas propinas de Gounod y Puccini y con
el célebre «Dúo de los gatos» de Rossini, que fue remate perfecto para una
velada que se esperaba con fervor y de la que, en general, casi todos los asistentes
salieron plenamente satisfechos. Un motivo de reflexión para ambas es lo bien
que funciona la fórmula conjunta en escena. Sin duda un peculiar puente entre
dos generaciones de la lírica.
21
21.07.2006
Neckarsulm
Audi Forum
mit
MONTSERRAT MARTÍ, Piano: MANUEL BURGUERAS
21
21.07.2006
Audi-Forum
Neckarsulm
In bodenlanger weinroter Robe gleitet sie am
Arm des Pianisten herein und verwandelt das ausverkaufte Audi Forum Neckarsulm
in ein festliches Opernhaus. Auch nach über 50 Jahren auf der Bühne lässt das
Charisma, das Montserrat Caballé umweht, noch den Atem stocken.
Verehrt wird die 1933 in Barcelona geborene
lyrische Sopranistin, die 90 Bühnenrollen beherrscht und 1965 in New York ihren
internationalen Durchbruch hatte, vor allem für ihre Interpretationen im Belcanto-Fach.
Mit ihrer Tochter, der Sopranistin Montserrat Martí, und Manuel Burgueras am
Flügel gibt sie unter dem sprechenden Motto „Viva la Diva“ eine prachtvolle
Kostprobe.
Sensibel bereitet der argentinische Pianist,
der seit 1991 an Caballés Seite ist, das Klangfundament: allein schon ein
Hörgenuss. Mit dem Opernstar wird daraus ein großes Ganzes: Mit Anmut gestaltet
die Diva Donizettis „Malvina“, mit Chuzpe sein „La Conocchia“ und verleiht
Gimenez’ „La tarántula“ gar spanisches Temperament. Das „Pardon“ in Gounods
„Repentir“ singt sie mit Hingabe, Leoncavallos „Déclaration“ mit feinem
Schmelz. Betörend sind elitäre und farbreiche Gestaltung und die edlen Konturen
ihres weit gefächerten Stimmmaterials. Auch wenn ihre Stimme nicht mehr die
einstige Durchschlagkraft besitzt, ist sie noch immer tonsicher bis in die ohne
Mühe erreichten und samtig ausgeformten Höhen.
Das Publikum ist hingerissen. Auch von
Montserrat Martí: Mit jugendlich schillernder Strahlkraft und geschmeidiger
Modulation interpretiert die 35-jährige Sängerin Bizets „Serenade“, der
Burgueras an den Tasten feuriges spanisches Blut unterlegt. Filigranes Vibrato
streichelt die Töne in Puccinis berühmter Arie „O mio babbino caro“ aus „Gianni
Schicchi“, lupenreine Koloraturen erfreuen bei Caballero.
Zum Höhepunkt aber werden die Duette mit
Mutter und Tochter, die dazu noch mit wechselnder Garderobe überraschen.
Offenbachs gefühlig vorgetragene „Barcarole“ und ein großartiger polyphoner
Dialog in Délibes bekanntem „Viens Malika…“ erzeugen Gänsehaut. Herzlich ist
der Umgang untereinander und mit den bezauberten Zuschauern, die sich mit
Bravos, stehenden Ovationen und gar Geschenken bedanken.
Als Zugabe gibt es Rossinis humorvolles
„Miau-Duett“ in einer akustisch wie optisch herzerfrischenden Version.
14
14.07.2006
Münster
Openair - vor dem
Schloss
Prager
Sinfonieorchester unter J. COLLADO
20
20.07.2006
Ein Konzert der
Superlative
Vor einer wunderschönen Kulisse gab Montserrat Caballé im Rahmen
des Münster-Musik-Sommers ein fantastisches Konzert - und zeigte dabei wieder
einmal mehr ihre berühmte Herzlichkeit.
Vor dem bunt angestrahlten Schloß
sang sich die Primadonna in die Herzen des Publikums. Dabei wählte sie Stücke
aus, die ihrer unvergleichbaren Stimme hervorragend angepasst waren. Sie
bediente sich hierfür einiger Stücke, die hier nicht ganz so populär sind. Z.B.
"Dove Sono", 1838 vom italienischen Komponisten Saverio Mercadante
geschrieben, oder Jules Massenets "Rêve infini". Aber genau das machte
auch den Reiz aus. Begleitet wurde Caballé vom ORSOphilharmonic-Orchester unter
der Leitung von José Callado. Die Stücke, die das Orchester ohne gesangliche
Begleitung präsentierte, rissen das Publikum durchweg mit: Das Intermezzo aus
Mascagnis "Cavalleria Rusticana" und auch die Overtüre zu Verdis
"Macht des Schicksals" überzeugten restlos.
Als eher ungutes Omen zeigte sich
das Weidenlied der Desdemona aus Verdis "Othello". Nach wenigen
Takten hörte man von Montserrat Caballé nur einen kurzen Aufschrei und dann
einen Schlag auf den Notenständer. In der anschließend einsetzenden Stille,
erklang als erstes das herzliche und ansteckende Lachen der Künstlerin, die
dann dem Publikum erklärte: "Ein kleiner Moskito, der Honig macht." -
eine Biene war ihr um den Kopf geflogen.
Nach dem sie ein weiteres Mal
ansetzte, hörte sie bereits nach wenigen Minuten wieder auf, sagte ins
Publikum: "Ich bin Krankenschwester, ich habe Medikamente." und
schickte sich an, von der Bühne zu laufen. Erst da bekamen die Zuhörer mit, was
die aufmerksame Caballé von der Bühne bereits gesehen hatte: ein älterer Herr
war in den ersten Reihen zusammengebrochen. Wie sich später herausstellte
erlitt er einen Schwächeanfall, war aber nach der Pause bereits wieder obenauf.
Beim dritten Versuch klappte alles
und auch die weiteren Stücke wurden beeindruckend präsentiert. Und es wird kaum
jemanden geben, der nach dem Konzert nicht von dieser außergewöhnlichen Frau
beeindruckt war - von der großartigen Künstlerin und dem herzlichen Menschen.
Montserrat Caballe begeisterte auf der Seebühne. Die 73-Jährige
begeistert durch ihre enorme Präsenz.
"Diese Eisenbahn ist toll. Sie kommt immer nur beim Forte
und kaum beim Piano!" Mit dieser Anspielung auf den Lärm der
vorbeifahrenden Züge versprühte Montserrat Caballé ihren bekannten Charme und
animierte sich und das Publikum auf der ausverkauften Seebühne zu vielen
Lachern. Zur Eröffnungsgala der diesjährigen Wörtherseefestspiele hatte man die
große spanische Sopranistin auf die Seebühne eingeladen. Und man erinnerte sich
an ihre großartige sängerische Vergangenheit, an ihre wunderbaren Abende an der
Wiener Staatsoper, wo sie, wie übrigens an allen renommierten Bühnen der Welt,
zu Hause war.
Enorme Präsenz. Die sympathische Künstlerin, die aus ihrem Alter von 73
Jahren kein Hehl macht, hat ihren sängerischen Zenit freilich schon
überschritten. Sie sang mit reifem, vibratoreichen Timbre und schliff viele
Töne an. Aber der Weltstar versprühte immer noch eine enorme Präsenz, immer
noch faszinierten ihre Piani und ihr tiefer, inniger Ausdruck, so wie bei
Desdemonas traurigem "Lied von der Weide" aus Verdis "Otello".
Standing Ovations. Neben teils weniger bekannten Arien aus Opern von
Mercadante, Massenet oder Cilea sang sie auch solche aus Zarzuelas, der
spanischen Form der Operette, was ihr sichtlich Spaß machte und wo sie mit dem
Dirigenten Mariano Rivas wegen der Tempi herumalberte. Dieser leitete engagiert
das Bolschoi Orchester Minsk, das leider nur in kleiner Besetzung mit dünn
klingenden Streichern aber gutem Blech sehr solid begleitete und auch noch
einige Ouvertüren und Intermezzi spielte. Standing Ovations!